Eliza Williams, de Creative Review, publica una detallada reseña del Newspaper Album de The King of Limbs, con declaraciones de Stanley Donwood que arrojan luz sobre las inspiraciones y trabajo que hubo detrás del diseño de esta edición.

El día de hoy, Stanley Donwood ofreció a Creative Review una primera impresión de la edición especial Newspaper que creó para el últmo álbum de Radiohead: The King of Limbs.

El arte se diseñó a la imagen de un periódico dominical, completado con un empaque de plástico con la imagen y el nombre del álbum impreso en él. Contiene dos discos transparentes de vinilo de 10 pulgadas dentro de una funda, un CD del álbum, una hoja perforada de papel secante con arte, y un periódico con textos de Donwood.

El perídico se tiró en Estados Unidos, empleando los estándares de formato de periódicos estadounidenses, con lo cual se puede doblar arpopiadamente para quedar más o menos del tamaño de un disco. La idea inicial detrás del arte fue apartarse del elaborado embalaje que Donwood empleó para el álbum de la banda, In Rainbows. “Era una enorme y dura caja de cartón. Podías matar a alguien si así lo querías. Era muy pesada y casi como una declaración definitiva”, explica.

En contraste, Radiohead y Donwood quisieron expresar con el arte The King of Limbs algo menos concluyente: “Las noticias no se detienen cuando sale un nuevo periódico”, y agrega: “Se trata sólo de ‘lo que ha ocurrido hoy’, por eso esto se lanza en el mundo hoy, y esto es donde la banda está justo ahora; es algo contínuo.”

El arte del álbum se edita después de que Donwood y Radiohead hubieron repartido The Universal Sigh de forma gratuita en todo el mundo. El periódico de The King of Limbs es una oferta más grande y elaborada que The Universal Sigh, aunque contiene algunos de los mismos textos e ilustraciones. La distribución del periódico nació de la inspiración de Donwood al atestiguar el caos provocado a menudo en el metro de Londres por la entrega de periódicos gratuitos. “En verdad que ha sido el más grande proyecto que jamás haya organizado”, dice. “En primer lugar, persuadir a mucha gente de que era una buena idea, y después continuar en ello y asegurarse de que se llevara a cabo. Me parece que el evento tuvo lugar en 61 ciudades alrededor del mundo, casi dentro del mismo periodo de 24 horas.”

Donwood se siente atraído por la naturaleza desechable de los periódicos. “Los periódicos se desechan siempre”, continúa. “Cada uno es al menos el 30% de algún otro que haya sido antes, son 30% reciclados [. . .] Se desharán muy, muy rápidamente, a diferencia de un Kindle o un iPad que va a parar a las costas de algún subconinente en algún lugar. Para mí son cosas prácticamente inofensivas, y me encanta su legado y lo que los periódicos han hecho para cambiar el mundo de estar basado en clases, con un sistema cuasi feudal, a la facilidad de la gente para obtener información a bajo costo.”

No obstante, Donwood sabe bien que, a pesar de la naturaleza efímera del empaque, es posible que los fans lo conserven, y le gusta la idea de que sea algo que se mantenga protegido para que se conserve su calidad posterior. En parte, para realizar este trabajo, Donwood se inspiró al encontrar una caja que fue dejada ahí nada más frente a la casa de Colin Greenwood, la cual contenía viejos ejemplares de Oz, así como de otros perídicos radicales de los años 60. A propósito de este descubrimiento, Donwood señala: “Eran impresos muy económicos y rápidos, y empezaban a deshacerse, las esquinas ya no tenían puntas. Había que abrirlos con mucho cuidado… se convirtieron en un archivo que no existe en ningún otro lugar, no está en Internet. Así que todos estos panfletos, periódicos y revistas fan han adquirido un valor. Dado que se pudren y se caen a pedazos, han adquirido un valor que nunca habrían tenido. Y de veras fue interesante leer algo que era para informar en el momento, pero que fue leído después.”

El vínculo con la década de los 60 se extiende al arte sobre papel perforado que ha creado Donwood, el cual parece una gran planilla de etiquetas de dosis de LSD. “No querría insinuar ninguna de esas asociaciones”, dice Donwood con coquetería antes de reflexionar en el hecho de que alguien pudiera tomar por droga la inocente hoja de papel. “En teoría, no es que yo haya propuesto algo así de ilegal, pero alguien podría hacerlo”, dice. “Y no creo que eso se haya hecho como un medio de mercadeo antes”.

La naturaleza humilde del arte de The King of Limbs se remontan un tanto a los empaques excesivamente elaborados que han estado de moda en los últimos tiempos, sobre todo para reediciones de discos […] “Es que esto se ha convertido en algo como la Biblia del Rey Jacobo”, declara Donwood sobre los productos, “donde la música se alza por su empaque en algo casi espiritual, casi sagrado […,] quise alejarme de todo eso donde uno alza la música en algo que no es, porque es algo que oyes, que está en la cabeza. [Anteriormente,] la tecnología para grabar música indicaba el diseño del empaque, pero eso ya no importa ahora, ya ni hay necesidad de tener música en un empaque, pero quizás quieras comprar el arte.”

Donwood le tiene especial aversión a los CD y a sus empaques, lo cual explica por qué el diseño del empaque del CD de The King of Limbs es un mucho menos satisfactorio comparado con los demás contenidos. “Si todavía pudiera haber sido peor, lo sería”, dice. “Hubo algunos problemas para bajar aún más la calidad. La idea original era poner “tal formato” en ello y nada más, porque siempre los odié desde que empecé a a hacer diseños de cubiertas de discos.” Por el contrario, la cubierta de la funda del disco de vinilo está bellamente diseñada, resaltando detalles de una serie de pinturas en óleo en las que Donwood trabajó mientras la banda se encargaba de hacer el disco.

El elemento de incluir el periódico dentro del empaque fue diseñado por Donwood, a la par de “cierto miembro de la banda”, seguramente Thom Yorke. Presenta tipografías escaneadas de periódicos de los añoa de la Gran Depresión estadounidense de la década de los 30, las cuales fueron recogidas por Andrew Leman, de la HP Lovecraft Historical Society. “Así que todas son viejas tipografías de la Gran Depresión, la última que hubo, la que fue antes de la que quizá estemos ahora, o rondando, o casi por entrar, o que hemos dejado, o como sea”, menciona Donwood. “Quise que se viera anticuada, y no como algo de nuevos diseños, minimalistas.”