“Los editores de Rolling Stone escogieron a ocho estrellas: desde Bruce y Beyoncé, hasta Radiohead y U2, quienes no solamente hacen la mejor música sino que tambén llevan la delantera como Artistas de la Década en nuestro nuevo número. He aquí más de nuestra conversación con Ed O’Brien de Radiohead.”

¿Qué te ha parecido el final de la primera década del siglo XXI?
Fue muy importante para nosotros [los ingleses] ver que Obama fue elegido, porque debemos a enfrentarnos a constantes derrotas políticas llevadas a cabo en varios frentes. Además el Partido Laborista continúa en el poder; por lo visto no tenemos alternativa. No tenemos un sistema político en el que nuestro primer ministro dé el ancho del perfil de su partido.

No tienen “vencedores inesperados”
No, pero los necesitamos. Irónicamente, nos reíamos de los estadounidenses: “Han elegido a una estrella [Ronald Reagan] de películas de bajo presupuesto como presidente.” Pero también hay que ver la otra cara de la moneda: Obama. Ya dejé de leer los periódicos y ver las noticias, porque me deprimen, y pienso que quizá cada vez más personas se sienten así. Yo busco liderazgo inspirado, y no hay nada concluyente. No ha habido acción.

Hablando dentro de un marco musical y como una banda que trata de hacer arte en un mundo extraño, ¿te sientes más o menos motivado que hace diez años?
A nivel muy personal, si retrocedes nueve o diez años verías que los eventos externos ejercían mucho más influencia. La guerra inminente y cosas de ese tipo nos afectaban más. Pero ahora me siento más motivado de que tales cosas no pueden crear ni un infierno o un cielo en mi interior.

Hablando como banda, nos sentimos más motivados en el sentido de nuestro arte y de lo que hacemos. Para nuestro nuevo disco, hemos acudido a ensayar las últimas cuatro semanas, y sin duda que estamos en un sitio distinto y muy nuevo. No sé si esto sea de relevancia, pero Philip [Selway, el baterista] y yo platicamos sobre esto hace tres días. Nos preguntábamos qué había cambiado, y algo que cambió fue que hacemos las cosas sin temer. Muchas de las cosas de donde provenimos, nuestra educación, nuestra crianza, se manifiestan por sí mismas a través de ciertos miedos. Me encanta el título del disco de Talking Heads: Fear of Music. Nos hemos sentido así, pero en cierto sentido nos ha beneficiado. Nos mantiene en alerta, trata de tenernos buscando nuevas áreas artísticamente.

El problema es que, mientras más creces con la edad, el miedo ya no es tan buen motivador. Si tienes miedo, no te sientes tranquilo. In Rainbows [nuestro álbum de 2007] es un buen ejemplo. Su sonido hace mella directa contra esos dos años, el periodo de gestación. Era tiempo basado en el miedo. No obstante, al final de cuentas el álbum salió de otra manera, y claramente las presentaciones posteriores nos otorgaron una personalidad diferente. Es lo que intentamos hacer: arte sin miedo. De esa forma estás tranquilo y hay más placer en lo que realizas.

¿Cuánto ha cambiado Thom Yorke [cantante y compositor] en esta década? Muchos de los cambios que ha sufrido la banda fueron provocados por su falta de paciencia y disgusto por el estrellato común del rock.
Me parece que se siente más motivado que nunca. No es para nada un artista con la cabeza en las nubes, sino que sabe bien el lado pragmático de ser un artista. Pero te puedo decir que, si en algo ha cambiado, es que ahora se enfada menos. Las letras [que él escribe] le vienen del alma. Le echa ganas a las letras, pero le interesa más evocar una emoción. Es muy bueno en eso. Lo que distingue a In Rainbows es que es un álbum que viene del corazón. Fue muy cálido, y todavía hay algo de eso en lo que hago en los ensayos. Thom está buscando en este momento su camino en la lírica, como en sus viejos tiempos.

Sin embargo, lo genial de Thom es que posee un agudo olfato para detectar las falsedades de la gente; las de otros y las de él mismo. Es posible que sea más duro consigo mismo que con otros. Comprende que si hay algo malo que no le sienta bien, entonces debe cambiarlo. Y eso le cuesta trabajo. Fue como cuando estábamos en transición de Ok Computer [1997] a Kid A [2000]. De hecho fue Thom quien nos llevó por enmedio de ese periodo. Decía algo como: “No estoy seguro de a dónde nos dirigimos, pero de lo que sí estoy seguro es de que esto es lo que estoy oyendo y que esto es lo deberíamos estar haciendo”. Por lo visto no le preocupaba, ¿qué tal si se cebaba? Él sabe que hay momentos en los que las letras no llegan. Pero si te mantienes siendo honesto contigo mismo, con la gente que te rodea, con tu audiencia, si haces todo eso, puede que tome un poco más de tiempo, pero de todas formas va a salir.

La nueva canción que publicaron gratis por Internet, These Are my Twisted Words, suena a que se han vuelto algo traviesos.
Soy un eterno optimista, pero creo firmemente en que en el [siguiente] álbum vamos dar grandes cambios drásticos. Eso todos lo sabemos, es lo que sentimos en el estómago mientras ensayamos. Estamos dando un gran cambio. En definitiva nos encontramos en un trance, y eso es emocionante.

Fuente: Rolling Stone.com